Ayudas Técnicas en 
Usuarios con Alzheimer 



El alzheimer es una enfermedad que afecta al cerebro y suele aparecer hacia un periodo tardío de la vida. Pueden padecerla tanto hombres como mujeres de todas las razas y culturas, representa una forma lenta y progresiva de demencia con avances distintos para cada persona.
La causa del Alzheimer es desconocida y se caracteriza por la destrucción de las células nerviosas en el cerebro que conduce a una des-conexión de las áreas que suelen trabajar en grupo. Los factores de riesgo más comunes son la edad avanzada y antecedentes familiares de demencia.
Los primeros síntomas en una etapa intermedia de la enfermedad es repetir con frecuencia los mismos conceptos, extraviar objetos, dificultad para nombrar objetos familiares, disminución de la habilidad para tomar decisiones, perderse durante las rutas habituales y previamente conocidas, así como cambios de personalidad. Hay algunos elementos que pueden aumentar las probabilidades de padecer esta patología. (Edad, sexo, razas, herencia familiar, factor genético, factores medioambientales).
También se encuentra la pérdida de memoria, pero con el paso del tiempo, esta deficiencia se hace cada vez más notoria para el afectado, que tendrá problemas para realizar tareas cotidianas y simples, y también, otras más intelectuales, tales como hablar, comprender, leer, o escribir.
La enfermedad de Alzheimer afecta a la memoria en sus diferentes tipos. Estos son los deterioros sufridos:
  • Pérdida de memoria a corto plazo: incapacidad para retener nueva información.
  • Pérdida de memoria a largo plazo: incapacidad para recordar información personal como el cumpleaños o la profesión.
  • Alteración en la capacidad de razonamiento.
  • Afasia: pérdida de vocabulario o incomprensión ante palabras comunes.
  • Apraxia: descontrol sobre los propios músculos, por ejemplo, incapacidad para abotonarse una camisa.
  • Pérdida de capacidad espacial: desorientación, incluso en lugares conocidos.
  • Cambios de carácter: irritabilidad, confusión, apatía, decaimiento, falta de iniciativa y espontaneidad.
El terapeuta ocupacional puede ayudar al afectado a adaptarse a sus crecientes discapacidades, evaluando y sugiriendo los cambios pertinentes para que se ajusten a una mayor funcionalidad y seguridad en su cotidianidad.
Algunas ayudas técnicas son:
  1. Vaso con tetina facilitará la ingesta de líquidos.

  1. Plato con reborde, hará que el usuario que todavía pueda comer por sí solo, pueda empujar el contenido del mismo sin que este se vierta sobre el mantel o la mesa. 

  1. Un cubierto con forma de mano, hará que la persona pueda prolongar el gesto de su mano en el cubierto y le sea más fácil coger la comida, sobre todo si ésta es blanda.

  1. Un agarre de seguridad para la ducha, hará que el individuo aunque no sea capaz de ducharse, podamos decirle que se agarre a él cuando todavía conserve equilibrio y se encuentre en fases no avanzadas de la enfermedad pero que requieren de ayuda para el aseo.

  1. Agarre de seguridad para la ducha

  1. Si el usuario no puede sostener la postura en bipedestación y es peligroso su aseo personal en la bañera porque carece de equilibrio, debemos considerar la ayuda que nos permite que el usuario se duche sentado como la que se muestra en la fotografía.

  1. Un asidero cerca del inodoro proporcionará seguridad de la persona  y la  capacidad para mantenerse erguido dentro de lo que le permita la enfermedad y sobre todo facilitará al cuidador el mantener a la persona encuadrada dentro de este, para que pueda hacer sus necesidades sin balancearse o moverse hacia los lados. Hay personas que prefieren instalar dos asideros, uno a cada lado para que el enfermo pueda mantenerse recto.



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Javiera Parra Fuentes

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